
Esto pone en serio riesgo el futuro de los adolescentes, pues aunque estén hormonalmente dotados para el coito, no lo están emocionalmente, y tampoco están en condición de asumir las responsabilidades que la sexualidad tiene.
El joven de hoy se ha lanzado a la vorágine sexual por 3 principales razones que hay que procurar corregir:
- 1) La pérdida de credibilidad en la voz del padre, la palabra que emite y sus consejos.
- 2) La seria competencia que hacen los medios de comunicación a la función paterna. El Internet, la televisión y la hipercomunicación y algunos medios escritos que llegan a sus manos donde muchos son manuales de prácticas sexuales que siguen fielmente.
- 3) El efecto del grupo que frecuentan, y cuyo desempeño dependerá principalmente de la función del líder. Si este es positivo, los jóvenes que lo siguen serán más ordenados. Si el líder es violento o negativo tendrá influencia muy marcada en nuestros adolescentes.
Fuente: Diario Trome (Fernando Maestre)