viernes, 19 de marzo de 2010

La amistad entre padre e hijo

Para muchos padres el poder ser amigos de sus hijos se ha vuelto uno de los deseos más importantes en sus vidas. Ser amigo de su hijo significa mucho siempre y cuando esta amistad no borre la función paterna que es más trascendente aun que la misma amistad.

Así es como habremos de entender una amistad benigna, positiva y creativa como cuando un padre, como si fuera el amigo de su hijo, asume que este le puede enseñar muchas cosas que no sabía, o de lo contrario cuando el padre comprende que los hijos de hoy están más dotados y preparados que los propios padres del ayer y son capaces de vivir con sus hijos todo aquello que su época pasada no le dio como, por ejemplo, la electrónica, las computadoras, y los avances tecnológicos que los hijos conocen mejor que los padres.

Pero también hay una amistad maligna, que consiste en decirle sí a todo lo que el hijo quiere y permitirle que disfrute fuera de las normas aquello que este papá no pudo disfrutar cuando era joven.

Esta amistad maligna ha creado dos graves problemas: el primero es que se convirtió en un padre ausente, porque solo da y no guía a su hijo y ni se hace respetar. El padre amigo negativo es aquel que ha abandonado la crianza moral y ética para ir a la esquina a beber con su hijo
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Fuente: Diario Trome (Fernando Maestre)

lunes, 15 de marzo de 2010

El aislamiento

El aislamiento suele estar relacionado con la imposibilidad de formar vínculos interpersonales, dificultad causada porque tememos al mundo y a los habitantes del mismo. El aislado tiene miedo a todo, miedo a que lo hieran, a amar y no ser correspondido, el solitario lucha siempre por constatar que no es querido ni aceptado por nadie, aunque estas ideas solo sean producto de su cabeza y nunca una realidad.

Pero este aislamiento no solo se entiende como meterse dentro de un armario o una habitación, hay muchas personas que están aisladas porque han decidido cambiar el vínculo humano por vínculos de objetos materiales o incluso animales. Así encontramos personas que se han aislado dentro de la pantalla de televisión, otros dentro de la computadora o incluso dentro del cuidado de su perro o su gato.

Este aislamiento es considerado por los analistas como el acto narcisista más soberbio y que es producto de la egolatría descomunal, puesto que preferir a un gato o al televisor en vez de a un ser humano está indicando que en el fondo no tiene ninguna consideración por alguno de ellos, no puede amar a quien siempre considera inferior a él, por eso se queda con su Internet o algún libro que repite constantemente.


Fuente: Diario Trome (Fernando Maestre)