
Lo característico es que tanto la una como la otra (tanto aquella que actúa como violento, agresivo, como la otra que suplica que lo castiguen y le peguen) sienten excitaciones sexuales fuertes e intensas.
Hay dos formas de sadomasoquismo:
- La primera es la que acabamos de describir, claramente sexual y muy placentera.
- La segunda es aquella donde ninguno de los dos se da cuenta de lo que están haciendo. No hay pacto entre ellos, no tienen conciencia del gozo sexual que hay en sus actos, pero igual no pueden separarse. Es el típico caso de las parejas donde uno maltrata psíquica y físicamente al otro, el cual se queja, llora y le pide que no lo haga pero, igualmente, no pueden separarse por una fuerza interior que no se los permite.
Fuente: Diario Trome (Fernando Maestre)