lunes, 31 de agosto de 2009

El delincuente juvenil y su mente

Si me ocupo de este tema hoy, es por dos razones: el aumento clamoroso de la delincuencia juvenil y el poder y libertad que los jóvenes van teniendo día a día, sintiéndose protegidos por los Derechos del Niño y el Adolescente, hacen que se sientan inmunes a cualquier acción de la ley que, lejos de un cierto castigo, los pondrá en libertad.

El futuro delincuente juvenil es aquel que se cría en una familia desestructurada, aunque haya padre y madre presentes. El hogar del niño sano enseña al hijo a manejar sus instintos, a ponerles freno, a saber esperar un tiempo la satisfacción de los mismos y, sobre todo, educa al menor en la compasión y respeto por el prójimo.

Pero en los niños futuros delincuentes, encontramos una serie de emociones y afectos que hablan por sí solos de lo que hay en esa mente, así: hay una ausencia de respeto por la propiedad del hermano.

También presenta una actitud sentimental hacia el crimen y los criminales, en su mente aparecen frases como 'ojalá se escape el delincuente' o también 'qué bien que no lo capturaron' o 'el crimen perfecto sí existe, es cuestión de ser inteligente'.

Estos pensamientos, carentes de valores, también están llenos de un sentimiento de venganza contra la sociedad. Por tanto, cualquier cosa que ataque a la sociedad, en el fondo, ellos lo aprueban y no bien llegue la posibilidad de hacerlo, sin duda, lo ejecutarán
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Fuente: Diario Trome (Fernando Maestre)