lunes, 25 de enero de 2010

Mis hijos no paran de pelear

En muchas familias encontramos el mismo panorama: que un niño mayor mortifica constantemente a su hermanito menor, para lo cual utilizará diferentes métodos y formas de golpearlo.

Así, basta que el mayor note cómo su hermanito menor se acerca a él, para que le dé un empujón por la espalda hasta hacerlo caer. En otras ocasiones, si lo ve jugando con un muñeco, se lo quitará y le dará con él un golpe en la cabeza. Da la impresión que lo que más le importa es hacerlo llorar.

La pelea entre hermanos es la manifestación de celos y grandes necesidades de cariño. Ya más de una vez hemos dicho que para un pequeño lo más importante es que su padre y madre lo amen y se lo manifiesten constantemente.

El que los padres lo busquen para abrazarlo, es el mayor premio que un pequeño puede recibir. Por tanto, en estos casos no hay duda que el ataque al niño pequeño se debe a que no quiere que amen al hermanito sino a él y lo que está en disputa es el cariño de la madre.

Por ello, nada sacamos corrigiendo al niño pegalón con sermones como 'a ti no te gusta que te peguen, entonces no le pegues a tu hermanito', porque no lo va a entender.

La solución es darle más tiempo y amor al niño que pega y, si pese a todo ese cariño, sigue golpeando, hacerle ver que se toma distancia de él por ser agresivo
.


Fuente: Diario Trome (Fernando Maestre)