lunes, 8 de febrero de 2010

Enseñando a separarse

Todo padre desea que su hijo, cuando sea mayor, pueda tener su familia y en ella disfrutar de los vínculos armónicos donde nadie domine a nadie y donde las parejas se respeten no quedando sometido el uno al otro.

Hoy sabemos que el mal del siglo es la facilidad con que las personas forman parejas de poca duración, seguido de la dificultad que surge cuando una de ellas quiere dejar a la otra, observándose siempre que la persona dejada vive la separación con un dolor intenso, ansiedad, deseos de venganza e incluso, intentos de suicidio.

La solución es saber separarse de las personas a quienes amamos, aunque ellas ya no nos amen más. Para ello uno tiene que empezar desde niño a aprender a separarse y a estar solo un tiempo. Así se empieza:
  • Aprendiendo a vivir el destete en el momento que se propone, sin pataletas.
  • Aprendiendo a dormir en su propio cuarto y cama ni bien los padres se lo indican.
  • Aprendiendo a no meterse por la noche a la cama de los padres.
  • Aprendiendo a asistir al nido a partir de los 2 años sin llantos ni pataletas.
  • Aprendiendo a hablar los sufrimientos antes de actuarlo.
  • Y aprendiendo los padres a ayudar al niño a separarse y nunca retenerlo.


Fuente: Diario Trome (Fernando Maestre)