Las mujeres que tienen un aborto voluntario pasan, a la vez, por un mal momento. Tomar la decisión, superar la culpa, hacerlo en secreto y, muchas veces, sin el apoyo del causante del embarazo es muy difícil para la mujer.Los abortos clandestinos no acaban cuando la persona regresa al hogar, pues lo que viene después es una larga lista de problemas psíquicos, psicosomáticos y físicos. Veamos los tres primeros:
- Luego del aborto, el primer síntoma que aparecerá será la culpa, esta no dejará dormir o comer o trabajar en paz a la persona, pues ella se preguntará mucho tiempo, ¿por qué lo hice?.
- Un segundo síntoma es la crisis de la pareja. Así, al comienzo, el hombre suele entrar en un momento de duda sobre si él es o no el verdadero padre, se preguntará si este es o no el momento de ser padre, le provocará huir y, finalmente, acaba rompiendo con la pareja ante la imposibilidad de asumir a su hijo.
- En tercer lugar aparecerán los síntomas tardíos, que son del tipo psicosomático. Así, no podrán dormir bien por las noches, presentarán dolores diversos de estómago y, muchas veces, crisis de pánico de origen inexplicable.
Fuente: Diario Trome (Fernando Maestre)
