
Ahora, las nuevas costumbres son las que se imponen a la velocidad, el dinero rápido, la inmoralidad, la corrupción, y esto ha alterado el aparato psíquico de la juventud que ahora piensa que lo importante es ganar dinero, disfrutar de todo lo que se pueda en el sexo y llenarse de experiencias con las nuevas drogas. Es ahí donde uno tiene que preguntarse, ¿qué es lo que se puede hacer para evitar que los hijos se críen en un mundo que, a la larga, los llevará a la enfermedad? Veamos algunas recomendaciones:
- Enseñarle a su hijo a que tenga alguna forma de vida espiritual.
- Enseñarle a su hijo el respeto al prójimo, empezando por los hermanos y los padres, compañeros y profesores.
- Enseñarles a los hijos el sentido de la palabra compasión.
- Educarlo para que asuma con responsabilidad el efecto de sus actos.
Fuente: Diario Trome (Fernando Maestre)
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