
- El exceso de preocupación nos lleva a formular ideas negativas que muchas veces resultan falsas y absurdas. Las preocupaciones tienen por núcleo la angustia, por tanto tu trabajo será saber qué es lo que te está asustando y angustiando.
- La tristeza es otro de los sentimientos que nos pueden perturbar, nos detienen el paso, nos quitan el sueño, nos restan fuerza y deteriora la alegría de vivir. La tristeza existe porque hemos perdido algo. Todo lo perdido se puede recuperar si sabemos hacerlo.
- El vivir siempre enojado o renegando de cualquier situación es otra manifestación emocional, que si no sabemos manejarla nos afectará incluso físicamente. La solución a estos excesos emocionales está en entender que solo dirigiéndose a quien nos ha ofendido puede calmar la sensación de rabia que tenemos. Antes de reprimir el enojo, mejor hablarlo solo con quien nos ofendió.
Fuente: Diario Trome (Fernando Maestre)
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