
Siendo la envidia una emoción tan secreta, privada y destructiva sería necesario saber cómo podemos manejarla. La siguiente pauta ayudará a criar a los niños libres de este flagelo:
- Enseñar a los chicos que el amor de los padres, siendo igual para todos, tiene momentos que se entrega más a quien lo necesita. Aceptar que sí pueden haber diferencias entendibles.
- Corregir la pataleta envidiosa ni bien esta se presente, afirmándole al niño en crisis que sí es cierto que se le está favoreciendo (el día de hoy) más a uno que a otro por diferentes razones y que es decisión de los padres.
- Enseñar a compartir los bienes que uno tiene. Dentro de esta línea, es bueno transmitir el principio que en este mundo hay desigualdades y que esto hay que aceptarlo, aunque nuestra aspiración sea que todo sea más justo.
- Criar a nuestros hijos con menos espíritu materialista y más afectos humanistas, y a no ser tan apegado a los bienes materiales.
Fuente: Diario Trome (Fernando Maestre)
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