martes, 8 de junio de 2010

La obediencia, ¿cómo la aplico?

Todos los padres saben que tener hijos obedientes garantiza la paz y tranquilidad en el hogar. Pero cometen el error de creer que la obediencia de los chicos es una virtud que sus hijos deben tener y, por lo tanto, de no tenerla, es un problema exclusivamente de ellos.

Pero lo cierto es que la situación es otra: la obediencia, más que un don de los menores, es el resultado de la virtud de los padres, que han logrado ganarse a sus hijos poniendo en marcha una serie de actitudes, por las cuales los niños llegaron a la convicción de que sus papás son dignos de ser obedecidos y porque ellos han 'constatado' que acatar sus órdenes es para su bien.

Para tener un hijo obediente, el padre ha de seguir algunas reflexiones:
  • Tu hijo será obediente según sean los estímulos que a le des; si los desmoralizas jamás aprenderá a obedecerte.
  • Enséñele que obedecer y ser capaz de mandar en su momento, son las dos caras de la misma moneda.
  • Los padres deben ejercer la autoridad sobre sus hijos, pero siempre de modo coherente e inteligente.
  • Si aplica un castigo que no sea por su hígado ni su rabia, sino para educarlo, no se lo suspenda aunque le ruegue.


Fuente: Diario Trome (Fernando Maestre)

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